jueves, 16 de julio de 2009

El indomable Will Hunting

Siempre pasa lo mismo. Si te pregunto algo sobre arte, me vas a responder con datos sobre todos los libros que se escribieron. De Miguel Ángel sabes todo: vida y obra, ideologías políticas, su orientación sexual, lo que sea. Pero no puedes decirme a qué huele la Capilla Sixtina.. nunca estuviste ahí ni contemplaste ese hermoso techo. ¡No lo viste! Si te pregunto por las mujeres, supongo que me vas a dar una lista de tus favoritas, puede que hayas tenido sexo varias veces.. pero no puedes decirme qué se siente cuando te despertás junto a una mujer y te invade la felicidad. ¡Eres terco, muy terco!Si te pregunto por la guerra, probablemente vas a citarme algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no estuviste en ninguna; nunca sostuviste a tu mejor amigo entre tus brazos esperando ayuda, mientras exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor, me vas a nombrar un soneto seguramente.. pero nunca miraste a una mujer y te sentiste vulnerable, ni te viste reflejado en sus ojos (... ) No sabes lo que se significa perder a alguien, porque sólo vas a saberlo cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.. Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un hombre creído y lleno de miedo. Eres un genio, eso no lo pongo en duda. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio presumes y crees saberlo todo de mí porque viste una foto (y enseguida juzgaste mi vida de arriba a abajo). No puedo aprender nada de ti, ni leer nada sobre ti en un maldito libro. Pero si quieres hablar de vos, de quien eres.. voy a estar fascinada (pero no quieres hacerlo, tienes miedo.. miedo de decir lo que sientes). Vos movés, hombre.

jueves, 9 de julio de 2009

Hagamos un trato, Benedetti.

Te dedico esto. Mi espacio. En donde la sinceridad es proporcional a la emoción derramada en cada palabra plamada en este lugar. Gracias, quizás lo he dicho mil veces, pero una vez más no creo que afecte. Tienes que saber, que si estos días nublados, encontraron su sol, fue en gran parte por tu palabras, que a pesar de tus ganas de obviar el tema, ahí te quedaste, conmigo afuera de una estación de metro, abriendo mis ojos para que éstos volvieran a ver el sol. Calmaste mis agitadas horas, en ese vaivén de preguntas. Gracias. Te quiero en proporciones que se escapan de mis manos. Mi pequeña mafalda.
Compañera,
usted sabeque puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diezsino contar conmigo.
Si algunas veces advierte que la miro a los ojos,
y una veta de amor reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles ni piense que deliro;
a pesar de la veta, o tal vez porque existe,
usted puede contar conmigo.
Si otras veces me encuentra huraño sin motivo,
no piense que es flojera igual puede contar conmigo.
Pero hagamos un trato: yo quisiera contar con usted,
es tan lindo saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto quiero decir contar aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.
No ya para que acuda presurosa en mi auxilio,
sino para saber ciencia cierta que usted sabe que puede contar conmigo.