lunes, 31 de mayo de 2010

Ñam

Quiero ir a un cumpleaños para que me den ese chocolate caliente con canela, que además tenía cascaritas de naranja y que me caería muy bien en una tarde de frío como la de hoy. Además quiero un trozo de torta, pero torta de cumpleaños, que en su estado máximo de perfección sea de ricota con frambuesa.

Cecilia - Redolés

Ociosa y quizás egocéntricamente empecé a buscar autores que tenían de personajes a ejemplares femeninos coincidentes con mi nombre. Y me dió risa cuando ví que Redolés eran uno de ellos. Risa de pensar que cosa le diría a una Cecilia... si es Redolés poh`.

No era Cecilia

Yo tuve una amiga que se llamó Cecilia
ese no era su nombre pero eso no importa
con Cecilia nos encontrábamos en un parque sin extensiones
un lugar iluminado por sus lagunas
caminábamos sin tocarnos ni hablar
yo al lado de ella ella al lado mío
Cecilia quería ir a un Club de Jazz en esa
extraña ciudad
Hoy Cecilia está muerta
murió hace años
Leí la noticia en un diario con despreocupación
porque nunca supe que Cecilia había muerto
porque Cecilia no se llamaba Cecilia
se llamaba papel de diario chilena muerta
sudaca desaparecida chicana quemada
pero era joven y era hermosa
esperaba mis humeantes poemas
¡cuando yo era el huevón más sólo del mundo!
¡Cecilia era el contacto con la otra voz!
con tu voz
murió Cecilia la que soñaba con la revolución la que
soñaba con ese poema
hace muchos años nos abrazamos en ese parque de
luz y última vez
no sabíamos que era la última vez y por siempre
nos abrazamos no más como dos jóvenes chilenos
en el destierro más absoluto
nunca intercambiamos promesas de ningún tipo
porque ella era la promesa, porque yo era la promesa
hoy sus huesitos enterrados quizá dónde
hoy los míos temblando vivos.
Las cosas/situaciones/etc no son buenas, ni malas. Son necesarias o innecesarias, agradables o desagradables, nos hacen bien o nos dañan y en base a esos criterios deberíamos evaluar (nos) las cosas que nos rodean. Decir que algo es bueno o malo en realidad no dice nada, sólo se lleva al tarro de la culpa que pocas veces nos hace sacar juicios sin autoflagelarnos, o de lo contrario, sin lanzar un dardo. Nos hacen creen que sólo aprendemos si nos sangran las rodillas o dejamos solo al que le están sangrando. Todas las cosas son útiles en la medida en que las sepamos utilizar y sacar lo mejor de ello, sin hacer(nos) daño al entorno (aunque hay dolores inevitables) y sin utilizar recursos innecesarios como la mentira o tantos otros que sólo ayudan a que crezca maleza donde perfetamente podría haber una flor.

Es como el criterio del coleccionista.

No se centra en la alegría de lo que tiene,

sino la ansiedad de lo que le falta.

domingo, 30 de mayo de 2010

"Hicimos una parada para comprar licor, hielo y cigarrillos, luego regresamos al apartamento. Su única copa había puesto a Cecilia soltando risas y hablando sin parar. Ahora estaba explicándonos que los animales también tenían alma. Nadie se lo discutió. Era posible, lo sabíamos. De lo que no estábamos tan seguros era de si la teníamos nosotros."

Mujeres, Charles Bukowski.

J'oublie,
je bois.
Je bois l'oubli.

sábado, 29 de mayo de 2010


Me voy y no vuelvo más

y si es necesario, con la bruma he de mimetizarme

para que en tus descaminados intentos por encontrarme

sólo halles soledad

viernes, 28 de mayo de 2010

5 A.m.


No sé que hacer con una pluma muerta
Desprovista de tinta, ausente de ideas
No sé que hacer con estas hojas secas
Que frente a la exigua caricia,
Están condenadas a la quiebra.
No sé que hacer con estos ojos rojos
Sensibles a cualquier sentimiento
Listo para inundarse al más minúsculo parpadeo.
No sé que hacer con este té helado
No sé que hacer con el cigarrillo quebrado
No sé que hacer con mis labios pálidos
No se que hacer con la soga en mis manos.
Mucho menos con mis necias manías
Ni con mis medrosos intentos suicidas.


(Todo comenzó desde que me dí cuenta
Que hace más de una semana
En mi habitación el reloj marca
las cinco de la mañana)

jueves, 27 de mayo de 2010

Aunque no sepa nadar,
no tengo miedo de lanzarme al mar.

Me tiritan los labios

me sangran las manos

pálida y abatida

bebo olvido y ricina

miércoles, 26 de mayo de 2010


No quiero ser una lágrima en un mar de llanto,
quiero ser la gota de vino que rebalse el vaso.

martes, 25 de mayo de 2010



"No hay nada como vivir locuras del corazón
yo vi morir el amor en el instante
en que tú buscaste más la razón
que tu perfecta locura"

lunes, 24 de mayo de 2010

Me re-conozco


Me reconozco nerviosa y confundida
Al ver como aproximas tus labios
Y arrullas mis mejillas

Me reconozco cuidadosa y paciente
Para tomar tu mano en el momento exacto
Y con la perspicacia suficiente

Me reconozco cándida y confiada
De las notas y letras que vamos juntando
Y de les vestigios vamos trazando

Y me reconozco incrédula y pasmada
De no saber ni cómo, ni cuando
Me vi queriéndote y extrañando


Eran las 11:30 pm. Y la frustración nuevamente era su acompañante en aquella noche, bastante representativa del invierno que acechaba. Otra vez caminar por las mismas calles para llegar al mismo paradero. Si hasta pensar en lo taciturno del panorama le era habitual. Todos los días eran la copia del anterior. Todas las sensaciones (las pocas que se permitía) eran una copia de las del día anterior. Y en un ataque vehemente por querer cambiar la historia, sin saber cómo, se vió tomando otro bus, sin siquiera ver a dónde lo llevaría. El coraje le duró sólo hasta que puso el pie en el primer escalón, y fue la cobardía quién lo acompañó durante el viaje. Pero daba igual, estaba sintiendo, aunque fuese temor al saber que aquel acto irracional sería el comienzo de una hilera de secuencias para cambiar la historia de una buena vez. Y sintió regocijo de sentir frío, de tener los pies congelados y por sobretodo, el corazón agitado.


El indomable Will Hunting

"Siempre pasa lo mismo. Si te pregunto algo sobre arte, me vas a responder con datos sobre todos los libros que se escribieron. De Miguel Ángel sabes todo: vida y obra, ideologías políticas, su orientación sexual, lo que sea. Pero no puedes decirme a qué huele la Capilla Sixtina.. nunca estuviste ahí ni contemplaste ese hermoso techo. ¡No lo viste! Si te pregunto por las mujeres, supongo que me vas a dar una lista de tus favoritas, puede que hayas tenido sexo varias veces.. pero no puedes decirme qué se siente cuando te despertás junto a una mujer y te invade la felicidad. ¡Eres terco, muy terco!Si te pregunto por la guerra, probablemente vas a citarme algo de Shakespeare: "De nuevo en la brecha amigos míos". Pero no estuviste en ninguna; nunca sostuviste a tu mejor amigo entre tus brazos esperando ayuda, mientras exhala su último suspiro. Si te pregunto por el amor, me vas a nombrar un soneto seguramente.. pero nunca miraste a una mujer y te sentiste vulnerable, ni te viste reflejado en sus ojos (...) No sabes lo que se significa perder a alguien, porque sólo vas a saberlo cuando ames a alguien más que a ti mismo. Dudo que te hayas atrevido a amar de ese modo.. Te miro y no veo a un hombre inteligente y confiado. Veo a un hombre creído y lleno de miedo. Eres un genio, eso no lo pongo en duda. Nadie puede comprender lo que pasa en tu interior. En cambio presumes y crees saberlo todo de mí porque viste una foto (y enseguida juzgaste mi vida de arriba a abajo). No puedo aprender nada de ti, ni leer nada sobre ti en un maldito libro. Pero si quieres hablar de vos, de quien eres.. voy a estar fascinada (pero no quieres hacerlo, tienes miedo.. miedo de decir lo que sientes)"

domingo, 23 de mayo de 2010

Brújula

Voy a escribir una magno razón. Grande, imponente, para que pueda verla aún cuando esté sin lentes. Una razón de colores vivos, y fluorescentes. Será impermeable, a prueba de lágrimas. Será de acero, a prueba de golpes. Una razón para utilizarla de bastón, cada vez que mis rodillas caigan al suelo y olvide como ponerme de pie.

jueves, 20 de mayo de 2010

No abriré los ojos nunca más.
O por lo menos hasta que toda la pena se haya ido.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Hay gente que no debería estar haciendo lo que hacen de sus vidas. Deberían estar estudiando leyes para que después puedan postular al juzgado y se sienten a juzgar desde un lugar que esté a la altura de su visión tan crítica. Yo por mi parte, seguiré con mi vida teniendo absoluta conciencia de la capacidad de error que tenemos los humanos, y mi propia capacidad de error. Capacidad que puede ser bastante amplia como para cometer grandes errores, pero no me jactaré de decir que si he cometido varios, no lo volveré a hacer. Quizás cuantos errores más cometa. Pero algo de lo que sí puedo dar fé a ciegas, es que jamás me esconderé, o dejaré de ponerle el pecho a la balas como se dice popularmente. Lo que pasa es que a mi no se me olvida que cuando apuntamos con el índice, los otros tres dedos nos apuntan a nosotros. Y del lugar del cual te burlas hoy, puede ser tu lugar mañana.

martes, 18 de mayo de 2010



Me dijiste que nos reuniéramos el Viernes a mi hora favorita. Lo dijiste con un tono de galán indeleble, que hasta creí que aún recordabas esa manía mía. Me pediste el número de teléfono con la coartada de que te habían robado el tuyo, coartada que ingenuamente quise creer. Tal como quise creer que aún sabías cuál era mi hora preferida, pero lástima de que la hora sea un consenso social y para todos ya eran las 9 pm. Muy lejos de las 7, hora que pensé que aún recordabas, si es que alguna vez escuchaste la historia del porqué era mi preferida. Menos mal que olvidé el paraguas, así todos creían que las gotas que estaban en mis mejillas eran producto de la lluvia.

lunes, 17 de mayo de 2010

Parto de la sinceridad de saber que no sé que carajos terminaré escribiendo. Pero lo que me motivó, es esa sensación de enterarme de que tengo que hacer para mañana un trabajo totalmente absurdo y que a veces se me quitan las ganas de ir a la U y rendir pruebas y ver profesores con caras de pacos que no se parecen en lo más mínimo a la idea de profesor que quiero ser. Y pienso en Paulo Freire, en que quiero ser como él y ser la profesora más cool y andar con un corte de pelo más cool aún, tener siempre los labios rojos y las pestañas maquilladas. Y quiero fumar puchos y escribir ene, y aunque suene estúpido, quiero tener una libretita para escribir todas esas ideas que se cruzan durante el día y pienso que serían muy geniales si las alargo, pero se me olvidan y se pierden por ahí. Y quiero seguir aprendiendo mucho sobre de las cosas que me gustan y también de las que no tanto para enseñarles a mis hijos, alumnos, a quién sea, para que sientan el poder que entrega el saber. Y quiero aprender a tocar esa puta guitarra de una buena vez. Y quiero tener más ojos para alcanzar a leer todos los libros que quiero y ver todas las pelis antes de morirme. Y quiero tener manos más agiles para que no se me cansen nunca de tanto escribir. Y quiero ser la profe más seca y que nunca se me quiten estas ganas de fijarme y sacarle el rollo lingüistico a la gente y hacer mil investigaciones y unir el sentir-el hablar-el pensar y ojalá algún día publicar un libro y conocer todo el mundo, y todos los tipos de cafés y de té y de masitas dulces y estar rodeada de la gente que quiero y ser libre. Y pintar cuadros aunque me queden horribles. Y viva la capacidad de creación, de música, de letras, de pinturas, de ideas, de bailes, de besos, de palabras, de abrazos. Que viva la libertad de vivir esta vida acompañado de quienes nos atan sólo con lo lindo que nos hacen sentir. Y que vivan este Art Atack literario que me dió, y me importó una shit publicarlo porque me creo Henrry Miller, y haré una neo-generación beat. Pero como no estoy ni ahí con los gringos, mejor me encomendaré a Verlaine para que me deje ser parte de la generación de les Poètes maudits.

Y a modo de paréntesis, necesito agradecer a quién
hizo que mis zapatillas ahora sean las más lindas.


(Y colorín colorado, el soliloquio de Ceci ha terminado)

viernes, 14 de mayo de 2010

Ñam

jueves, 13 de mayo de 2010

No sé como precisar con letras
a fin de que cuando esto sea leído
se entienda que lo único que quise retratar
fue un dócil y sereno suspiro.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Sopa de letras
para la merienda.

Decidí transitar descalza por aquel arcano sendero

Y negocié con el recelo que me tomó por el cuello

Me despojé de tiempos, segunderos, minuteros y fechas

Y besé mis manos, el único lugar donde encontré fortaleza.


martes, 11 de mayo de 2010

No tenía sentido arrancar las hojas
de aquellos capítulos.
Las letras ya se habían grabado en mi piel.

Cerré mis ojos y se abrió el mundo.

lunes, 10 de mayo de 2010

Y

Y el invierno no llegó solo
como todos los años trajo en sus maletas
la sobredosis de películas
la sobredosis de letras
la sobredosis de galletas
la sobredosis de café
la sobredosis de té
la sobredosis de cigarro
la sobredosis de helados
la sobredosis de libros

la sobredosis de canciones
la sobredosis de trasnoche
y de nostalgias como ahora,
cuando son casi las seis de la mañana
y aunque mis manos estén frías
es necesario darte esta bienvenida.
Hola invierno soy Cecilia

la que te escribe y regala estas letras
en señal de que este año
hagamos una tregua.
Yo te entrego letras y poesía
y tu no acentúas mis penas,

ni mojas mis mejillas.

Ah, Ícaroooo, tan terco que fuiste, si hasta Borges lo dijo "Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calorcito del sol quema" Lástima que Borges no existía en tu época. Bueno, si hubiese existido en tu época probablemente te hubiese dado un par de consejos y así, quizás no te habrías caído, pero si no caías, este cuadro no existiría. Y esta no sería una de mis pinturas favoritas. Y como soy una insensible pienso que por terco, merecías que el sol derritiera tus alas.

Sofía.

De a poquito, muy lentito te voy entendiendo.

domingo, 9 de mayo de 2010

Soliloquio matutino.


No sabía si era la tenue luz del alba o bien del ocaso. No sabía si aquellas flores en mis manos eran tu forma de agradecer o de despedirte. Y si hablamos de despedidas, no sabía si era hasta mañana o hasta nunca. En realidad nunca supe nada de ti, ni siquiera sabía si eras producto de mi imaginación etílica o existías en la vida real. Pero habían unas flores en mi mano, y eran palpables, concretas. Eran azucenas rojas, mis preferidas y eso sólo tu lo sabías. Sólo tu sabías que si en mi mano geranios azules hubiese encontrado, desde ya dejarían de ser las flores que más detesto y comenzaría hoy mismo a dejar las semillas para llenar mi jardín con miles de ellas. No sabía si mis mejillas estában húmedas por el beso que debiste haberme dado antes de irte o quizás por alguna lágrima que sin mi consentimiento decidió huir. Definitivamente nunca supe nada de tí. Ni siquiera sé por qué hay a los pies de mi cama una botella de alcohol vacía. No sé por qué eliges aparecer sólo en mis borracheras. No sé porque hablo de borracheras si desde que decidiste irte de la casa dejé de beber. Y en realidad no sé de quién hablo y no sé quién me conoce tan poco como para dejarme flores, si nunca me han gustado, mucho menos si son rojas.


jueves, 6 de mayo de 2010

Me dijiste que era mejor no arriesgarse sólo si era capaz de soportar la tortura de pensar el cómo pudo haber sido.

miércoles, 5 de mayo de 2010

.
En la curva que se forma en mi cintura
.
encuentro tu mano dibujando sin mesura
.
Los ojos cerrados y los corazones abiertos
.
Y silencios impúdicos sellando el momento
.
.

martes, 4 de mayo de 2010

Benedetti.

(...)

Resumiendo

estoy jodido

y radiante

quizá más lo primero

que lo segundo

y también viceversa.-

lunes, 3 de mayo de 2010


Escribir se ha transformado en un vicio, quizás está al mismo nivel que el cigarrillo. Retratar la realidad con palabras, ajustar los colores cuando los acrílicos fallan. Porque si bien la idea es retratar el día a día, con el mismo poder puedo transformar la pena en armonía. Quizás modificar un poco lo cotidiano y regalarle un poquito de sol a los días que estén nublados. Crear la combinación de letras perfectas y con estas mismas, dibujar un arcoiris después de la tormenta. Regalarte un ramillete de versos color verde y una cajita de semillas para que coseches alegría.

domingo, 2 de mayo de 2010

3:59 A.m



Se me quiebran las manos gracias al frío.
Se me desvanece el corazón a través de un suspiro.
Se me gastan los ojos de tanto contener momentos.
Se me rompe la boca de tanto morder recuerdos.
Pero prefiero observar el panorama y hacer nada.
Escribir palabras básicas y mal coloreadas.
Prefiero quedarme sentada en las astillas.
Y perderne para siempre en esta calle sin salida.