viernes, 28 de agosto de 2009

Estimado Amigo.

Èl es Francisco. Mi Panchito, quién a través de sus palabras es capaz de revivir la esperanza una y mil veces, a quién la palabra revolución, cada vez que sale de sus labios, se llena de magia. Y como ud. dice, ¡Salud! Por personas como ud., que dan la pelea cada día, pero no cualquier pelea, sino de aquellas, en donde la magia no se empaña jamás.



Uno de los escrito de mi colega


De tanto en tanto la vida se va desdibujando,construcciones de realidades inconexas chocan entre si, la destrucción del silencio convirtiendose en ruido un ruido ensordecedor que hace llorar a todos, la mirada de un niño que me observa desde el piso intentando comprender mi mirada, mi sonrisa. a veces me maravillo de vivir y entonces siento cauces de ternura por mis venas otras tantas imagino cosas que quizás nadie piensa,suelo ser un poco extraño, hablo bastante y lo cuestiono todo...siempre estoy mirando a otro lugar, quizas es mala costumbre, me gusta besarte mientras duermes,creo en la eternidad de un beso que se esfuma mientras despiertas.escribo poco y bastante mal, debe ser una mala obsesión o una simple manía la verdad sueño cosas que a veces me las creo y despierto de cara con el pavimento,pero me pregunto de que vale vivir sin ser un loco que disfruta con la vida, con una conversación a contratiempo y un trozo de pan si esta vida está llena de contradicciones yo me planteo en oposición, en oposición al curso de las cosas, contrario al orden de la vida sistemática en completo desacuerdo con la repartición burguesa de la riqueza que el obrero ha producido, me irrito cuando veo a una mujer, a una compañera sentir rabia, angustia y sufrimiento,pues en ella se repite una y mil veces mi madre que ruega al cielo,con la desdicha de quien ha cargado una historia sobre sus hombros más pesada que el acero y más olvidada que el silencio.


martes, 25 de agosto de 2009

Gracias Señor Cielo.

Es como si le hubiese contado mi secreto al cielo. Se posó frente a mis ojos y se mostró así, tal cual como es... un poco bipolar, gris y con nubes que quizás desea eliminar. Le conté lo que sentía y que deseaba caminar bajo su mirada. Mientras el secundero avanza a la par de mis pasos; el cielo, sus nubes (bastante grises), el sol escondido y mi mirada disipada iban al unísono. En un extraño vaivén de melodías silenciosas. Todo quedó en silencio, su secreto, el mío. Me dio a entender que a veces es necesario esperar. ¿A qué? Quién sabe. Simplemente esperar, por el placer de no ser presa de la impaciencia. Esperar para no ser presa de la frustación, frente a expectativas impulsadas por proyecciones. Esperar nada. Caminar, sentir, ser cómplice de tus propios sueños. Caminar acompañada de un nostálgico atardecer fue el escenario perfecto para darme cuenta que la satisfacción no la puedo encontrar en situaciones perfectas. Que la magia de la imperfección es proporcional a mi versatilidad. Adaptarme a situaciones un tanto desfavorables, sólo para sacarles el mejor provecho y darme cuenta, que independiente de la escena que presencie cada día, y por muy desagradable que ésta sea, tengo los crayones suficientes para trazar un par de líneas y dibujar todos los arcoiris que desee.
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Menciones honrosas a a Pepa Valenzuela y Don Roberto Merino, por escribir columnas y crónicas TAN, pero TAN buenas y ser mi fuente de inspiración.