lunes, 22 de marzo de 2010


Me queda la mitad de una taza de café

Me queda un poco de nostalgia y de fé

Me quedan tres horas para dormir

Me quedan unas palabras por decir

Quizás un beso por dar

y otras palabras por callar.

Me quedan dos cigarrillos corrientes

y un miedo inminente.

que irónicamente

acompaña a esta paz

que está de confidente.

Me quedan un par de versos cojos

y unas rimas desentonadas.

en donde finalmente

todo lo que me queda

se reduce a nada.