
Me queda la mitad de una taza de café
Me queda un poco de nostalgia y de fé
Me quedan tres horas para dormir
Me quedan unas palabras por decir
Quizás un beso por dar
y otras palabras por callar.
Me quedan dos cigarrillos corrientes
y un miedo inminente.
que irónicamente
acompaña a esta paz
que está de confidente.
Me quedan un par de versos cojos
y unas rimas desentonadas.
en donde finalmente
todo lo que me queda
se reduce a nada.