No puedo dejar de pensar en la cara de la vieja amargada que se indignó al verme jugando a la pinta con un niño que ni conocía. Esta será mi venganza, escribirlo aquí, tal como me vengué del ratero que me quiso robar el bolso y le pisé el pie.
Definitivamente no sé que hago aquí,
debería estar ayudando al gobierno a crear nuevas leyes.