lunes, 28 de junio de 2010


Una mentira por esta noche
un Dios que no me reproche
una tableta que me adormezca
que destrabe mis manos
y repose mi conciencia.
Un amor que no me encarcele,
en rejillas con perfume de cuchillos y astillas.
Un pasado que deje de pisar mis talones
y un invierno que se tome vacaciones.