miércoles, 25 de febrero de 2009

Pseudo-nombre.

Pseudo-intento. Atrofiado, cojo y desvalido. Él me hablaba de sexo, ella de amor. ¿Que podría hablar yo en este capítulo mal echo? Sentí el instinto en el estómago. El maldito instinto se posicionó en un lugar estratégico, como si tercamente no se fuese a ir, sin antes, conseguir el objetivo : que yo atendiera a su llamado. No, no y no. Nuevas versiones para algo que obligatoriamente intenta posicionarse, como si fuera su lugar desde siempre. Como si esta historia fuera suya. Quizás, para que sea mía, tiene que acabar. No entiendo y no sé si quiero entender. Me siento *. y *. Realmente jodida. Quizás yo me lo he buscado. O esto me buscó. Tengo ganas de *. Quizás sólo tengo que llamar a cada cosa por su nombre y situar todo en su lugar. Bueno; Partiré reconociendo lo * que me siento. Fin.
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*Mensaje no codificado.