lunes, 3 de mayo de 2010


Escribir se ha transformado en un vicio, quizás está al mismo nivel que el cigarrillo. Retratar la realidad con palabras, ajustar los colores cuando los acrílicos fallan. Porque si bien la idea es retratar el día a día, con el mismo poder puedo transformar la pena en armonía. Quizás modificar un poco lo cotidiano y regalarle un poquito de sol a los días que estén nublados. Crear la combinación de letras perfectas y con estas mismas, dibujar un arcoiris después de la tormenta. Regalarte un ramillete de versos color verde y una cajita de semillas para que coseches alegría.