viernes, 28 de mayo de 2010

5 A.m.


No sé que hacer con una pluma muerta
Desprovista de tinta, ausente de ideas
No sé que hacer con estas hojas secas
Que frente a la exigua caricia,
Están condenadas a la quiebra.
No sé que hacer con estos ojos rojos
Sensibles a cualquier sentimiento
Listo para inundarse al más minúsculo parpadeo.
No sé que hacer con este té helado
No sé que hacer con el cigarrillo quebrado
No sé que hacer con mis labios pálidos
No se que hacer con la soga en mis manos.
Mucho menos con mis necias manías
Ni con mis medrosos intentos suicidas.


(Todo comenzó desde que me dí cuenta
Que hace más de una semana
En mi habitación el reloj marca
las cinco de la mañana)