miércoles, 19 de mayo de 2010

Hay gente que no debería estar haciendo lo que hacen de sus vidas. Deberían estar estudiando leyes para que después puedan postular al juzgado y se sienten a juzgar desde un lugar que esté a la altura de su visión tan crítica. Yo por mi parte, seguiré con mi vida teniendo absoluta conciencia de la capacidad de error que tenemos los humanos, y mi propia capacidad de error. Capacidad que puede ser bastante amplia como para cometer grandes errores, pero no me jactaré de decir que si he cometido varios, no lo volveré a hacer. Quizás cuantos errores más cometa. Pero algo de lo que sí puedo dar fé a ciegas, es que jamás me esconderé, o dejaré de ponerle el pecho a la balas como se dice popularmente. Lo que pasa es que a mi no se me olvida que cuando apuntamos con el índice, los otros tres dedos nos apuntan a nosotros. Y del lugar del cual te burlas hoy, puede ser tu lugar mañana.