domingo, 5 de octubre de 2008

Adiós.

Y que la muerte los separe. Dicho y hecho. Vamos, celebremos, las fotos, los anillos, el juez, celebremos el comienzo del fin, mientras me río y te lloro a la vez, intentando creer en esa estúpida ilusión. Vamos, celebremos, firmemos un contrato, pongámosle papeles a lo que alguna vez ambos creyeron que era amor. Finjamos, creamos en la utopía de un amor comprado con tarjeta de crédito, repactémosla en cómodas cuotas que destruyan nuestra inocencia, soñemos con basura barata y hagamos concreta nuestra miseria criando guachos, no señora, no me corrija si aunque le diga "hijos" ahora, mañana, cuando se rompa el contrato y su tarjeta no tenga cupo, ni su corazón tenga vida, serán los guachos, SUS GUACHOS, por los cuales algún día firmaron y que hoy se llenan de dolor.