domingo, 5 de octubre de 2008

Que lance la primera piedra.

Hablemos de violencia. Si señor, si señora, joven y niño, de violencia. Pero no de esa violencia que la señora y la jovencita pre revolucionaria detesta, no la de romper bancas, negocios, vidrios y todo lo que esos supuestos "bandalos" ejercen. No, ¿Por que acaso eso es violencia? Para todo ese conjunto de seres "pensantes" y "criticos" eso es violencia. Ah, pero si vamos a empezar por ello tenemos que dejar las reglas claras, porque es sumamente fácil y común (sobretodo por los acontecimientos ocurridos en torno a los estudiantes y demases) juzgar a aquellos que destrozan cosas para las protestas. Es como un deporte, a todos les dió por practicarlo. Todo vienen con ese discurso bárato de que tenemos que hacernos escuchar de forma pasiva y blah, blah, blah. De que paz estamos hablando, si mientras yo (y todos los que protestamos) sólo llevamos en mano un lienzo, mientras vienen esos tipos de verde con arma... ¡ARMAS! ¿Acaso no es violencia? Acaso no es violencia que callen nuestros gritos con esos gases, con lanza aguas, con "zorrillos", etc, etc. ¡De que paz hablan! Yo no apoyo la violencia, jamás la he apoyado, pero la entiendo como autodefensa de todas las injusticias que se cometen. Esas injusticas que ves cuando te llevan detenido solo por marchar, cuando golpean a jóvenes que su única arma de lucha eran sus gritos... y un sin fin de actos que llenan los puños de rencor y los ojos de impotencia. Cuando tu única forma de liberar la rabia es rompiendo lo que se te cruza, insisto, no la apoyo ni la fomento, pero cuando gritar ya no es suficiente te das cuenta de que esa violencia no es, sino una respuesta a una hilera de injusticias. Y bien, si tanto juzgamos aquellos que destrozan las calles de este país en cada protesta, si hablabamos de violencia, ¿acaso no es violencia la forma en la que explotan a nuestro familiares sólo para darnos algode comer? ¿Acaso no es violencia lo que nuestro queridos gobernadores nos ofrecen? ¿Acaso no es violencia la forma en que se rien en nuestras caras aquellas personas en las cuales su dinero es inversamente proporcional a su sinceridad? ¿Acaso no es autoviolencia todo las humillaciones, los daños, las ofensas, ignorancia y miseria que permitimos? Veamos, que lance la primera piedra el que esté libre de pecado.