domingo, 5 de octubre de 2008

Salud.

Entre varios tragos y cigarros, en el balcón del edificio de mi querido colega, debatíamos cuatro futuros profesores (si la plata y las notas lo permiten) y una cientista política. Se hablaba de la destrucción de las clases sociales. Lo sé, tema muy trillado y cliché, pero siempre bienvenido entre un grupo de personas con ganas de debatir.Y de inmediato me dieron ganas de plasmar lo que pensaba, ya que eran ideas locas las cuales quería inmortalizar, y como bien saben mis queridos, las palabras se las lleva el viento. Entre pensamientos, puntos de vista y hasta gritos de por medio, pensaba cual era el punto EXACTO a cambiar, cual era ésa barrera que me hace detestar esta sociedad. Y bueno, llegaron varias y entre ellas salió la frase de oro : no es la destrucción de clases sociales, no es que dejen de existir los pobres, simplemente es igualdad de oportunidades. Sólo eso. Claro, suena bonito, pero no es fácil. Debe haber brechas económicas, diferencias, similitudes… de todo un poco, así se construye la sociedad, pero el punto es que aquel joven que desea salir de ése circulo tenga las herramientas necesarias para surgir y no encontrarse con las mil y un barreras que bloquean el paso cuando uno quiere ser más y el dinero no nos acompaña. Que tus oportunidades sean proporcionales a tu esfuerzo y que la cultura sea algo más que no botar basura al suelo, no rayar las muralla y comprarse de vez en cuando un libro pirata que te dijeron que era bueno. Que cada vez que nazca un espíritu rebelde y emprendedor, se potencié en vez de ser seducido por banalidades. Que sea un orgullo vivir en un país donde nos abran las puertas para que todos abramos los ojos a la realidad, no un país, donde lo único que importa es mendigar y ser mediocre. Lástima que cuando llegué al éxtasis de mi conclusión, en nuestros cuerpos habían más que un par de tragos, pero bueno... Salud por eso.