domingo, 5 de octubre de 2008

Miel.

Tal vez son más los cigarrillos ingeridos que la comida deseada, quizás son más los sueños rotos que las metas esperadas, quizás era solo un mal día y no el comienzo de una mala temporada, y en una de esas, hasta podía ser sólo un día lluvioso. Y mientras encendía el sexto cigarrillo cayó esa gota, todo en un suave compás de melancolías. Los días lluviosos suelen ser así, nostálgicos, llenos de recuerdos o cosas que ya no están, cosas que en su tiempo dolieron o emanaron felicidad. No se cómo definir ese estado de ecuanimidad que te produce tristeza. Esas ganas de detener el tiempo y plantearse el camino recorrido hasta el momento y llegar a ese punto donde no sabes si reír por tener la fuerza de seguir adelante a pesar de todo o llorar por lo desgastado que te sientes. El no saber cuando seguir, ni saber cuando parar.



Suena High & Dry – Radiohead