domingo, 5 de octubre de 2008

Incomunicación disfrazada

Incomunicación disfrazada
Debo reconocer que no soy amante de la tecnología, pero si la utilizo bastante, creo que en ella como medio de expresión y de facilidad en nuestras vida, pero no como “sistema de vida”. Antes vivíamos cada uno en nuestras realidades, yo, una joven que cierta comuna no tenia idea lo que pasaba allá en la florida, hasta que salió el famoso “Messenger” una medio de comunicación que permite conversar virtualmente con quién se me pegue la real gana, ya sea con mi vecina de al lado que me dio su correo o con aquel amigo que conocí y es de España. Y así, este destructor de barreras se llevó consigo la misma comunicación, ¿Pero cómo? ¿Es una incoherencia? No, para nada, esta arma destructora que se disfrazó de utilidad y terminó con lo más preciado que tenemos. De tener como panorama ir a la plaza a conversar, o juntarse con los amigos, cambiamos a conocer gente y crearnos fotologs, empezamos a crear realidades ficticias y así tener todo un mundo cibernético. Personas que son famosas en este mundo virtual, amigos virtuales, pololos virtuales, ¡hasta sexo virtual! Todo a gusto del consumidor, pero nótese que éste consumidor puede ser su vecino depravado de 45 años que mira a su hija todos los días, o bien, su misma hija que chatea con su vecino creyendo que un apuesto galán de 20 años, a esto sumémosle el fotolog de ésta chiquilla que sube imágenes en ropa interior para acaparar más atención y que ofrece lo que sea para tener posteos, y así entra en competencia con toda esa masa ansiosa de tener más y más posteos, que vive y muere por su computador, atento a la mas mínima señal de que algo esta ocurriendo en este mundo. Porque ahora todo tiene que quedar plasmado en el fotolog, que todo el mundo sepa que lo que haces y cómo lo haces, que vivan unos de otros, sin identidad propia y peleando por una firmas de personas mediocres.